Emilio con un toreo serio ante los toros de José Escolar bien presentados, supo sacar partido a su primero de lote con buenas tandas por ambos pitones, rematando a pies juntos, faenas que le supuso cortar una oreja en su primero, en el segundo, se le escapó el triunfo y poder abrir la puerta grande a consecuencia de la espada.
Sus compañeros de terna, Gonzalo Caballero silencio en sus dos toros a pesar del buen hacer del joven matador madrileño, al igual que Javier Castaño, con la salvedad de que éste último no terminó faena a consecuencia de una fea cogida de 12 centímetros que le obligo a retirarse a la enfermería, siendo Emilio de Justo quien diera muerte al toro.
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