Gran novillada de San Jorge en Cáceres

Otra gran tarde de toros la vivida ayer en el coso taurino de Cáceres. Casi tres cuartos de entrada en tarde soleada y algo fresca. Se lidiaban novillos de la ganadería de D. José Luis Marca, para los diestros Posada de Maravillas, Alejandro Fermín y Juan Carlos Carballo. Posada de Maravillas, con un jabonero primero con un peso de 430, abriendo plaza, de gran nobleza y que Posada sacó un buen partido con buenos muletazos lo sacó hasta los medios, donde remato con redondos para finalizar la faena con una gran estocada, que le supuso cortarle las dos orejas. En el cuarto de la tarde un negro mulato y con 410 de peso, le costó un poco más llegar a el pues no falto de mansedumbre y querencia a tablas que hizo al joven novillero esmerarse más en su faena demostrando el gran momento que vive, mató de media estocada dando la vuelta al ruedo a petición del respetable. Alejandro Fermín le toco otro jabonero e 380 Klg. Recibiéndolo con una larga para rematarlo con chicuelitas, obligando mucho por los bajos lo que provocó que el astado diera la vuelta de campana, esto hizo que ya no le sacara todo el partido solo con cortos muletazos a media altura le valió a Fermín para cosechar una ovación. Su quinto de la tarde de 430 Klg. Y también jabonero lo recibió de rodillas dando todo al público con buenas verónicas, con unos muletazos en los medios y buenos naturales consiguió sacarle el máximo partido que le proporcionó su primer apéndice, con gran petición para la segunda. Juan Carlos Carballo, en su primera gran corrida con picadores demostró su gran valía y lo mucho que le queda por delante de grandes tardes. El tercero de lidia con 410 Klg. lo esperó a puerta gayola sabiendo a qué venía a Cáceres, pero en un descuido el jabonero lo volteó quedando un poco conmocionado, pero continuando faena con mas ganas, sacándole partido por el pitón derecho con una estocada y descabello le valió para cortarle una oreja. Al que cerraba tarde un castaño de 490 Klg. Con mucho temple le fue sacando partido a un animal corto de recorrido, pero que el de Valencia de Alcántara supo entenderlo y dándole largas a la mano realizó una gran faena, para rematarlo con dos pinchazos y una estocada, cortándole una oreja para acompañar por la puerta grande a Posada de Maravillas.